Periné y episiotomía

José F. Fernández Godoy

¿Qué es el periné?

Antes de definir el periné interesa aclarar una cuestión semántica: el término periné suele ser considerado (ver, por ejemplo, Wikipedia) como sinónimo de “suelo de la pelvis”.

No obstante, el Diccionario de la Lengua Española lo define como el espacio que media entre el ano y las partes sexuales.

El periné femenino es, pues, la zona comprendida entre la vulva y el ano (figura 1).

Perine_1l

 

Fig. 1

Desde un punto de vista antropológico, el periné es un producto de la bipedestación (ver El canal blando del parto y la bipedestación). El cuadrúpedo, con la vulva junto al ano, carece de periné.

¿Qué papel juega en la biomecánica del parto?

En la figura 2 (periné visto desde una perspectiva lateral) se observa que la fuerza de empuje (F), proveniente de la contracción uterina y la prensa abdominal, incide directamente sobre el periné.

 

 

2_Perine_2

Fig. 2

Consecuentemente, en el tramo final del parto el periné, enfrentado a la mencionada fuerza (F), supone un serio obstáculo a la salida del feto.

 

La animación de la figura 4 pone de manifiesto el estiramiento que sufre el periné en el tramo final del parto.

 


 

Para detener la animación colocar la flecha del ratón encima de la imagen

De lo expuesto se extraen dos consecuencias básicas:

a) La barrera del periné retrasa y dificulta la salida del feto.

b) La cabeza del feto, impulsada por la fuerza de empuje, puede originar un desgarro del periné.

Protección del periné

En una perspectiva lateral del canal del parto (figura 1) se observa que el pubis constituye el principal obstáculo a la salida del feto.

Pubis_2_copiar

Fig. 1

En la antigüedad se extendió la creencia de que, en el parto, el canal óseo se abría –como un libro– por la sínfisis del pubis. Y, una vez salido el feto, se volvía a cerrar. Se apoyaba la idea en que la mencionada apertura se producía en los partos de ciertos animales (conejillo de Indias y foca).

El obstáculo del pubis ha sido siempre una preocupación del obstetra. Hasta tal punto que, a finales del siglo XVIII, se puso en marcha una pequeña operación, la sinfisiotomía, consistente en seccionar el cartílago de la sínfisis del pubis con objeto de abrir el canal óseo y facilitar la salida del feto.

A pesar de la efectividad de la operación (el feto salía de inmediato), la dificultad del posterior cierre de la sínfisis y las secuelas que la sinfisiotomía dejaba, motivaron su desaparición.

Para el profesional, salvar el obstáculo del pubis es el principal objetivo de cualquier maniobra o técnica de extracción del feto. Y, para la embarazada, esquivar el pubis es la principal cuestión a tener en cuenta a la hora de adoptar una postura.

En los capítulos: Postura de la parturienta, Postura ideal, Técnica de la expulsión,… se le ha dado el debido protagonismo al pubis.

Y, para la embarazada es de especial interés el video: “El pubis”.

¿Qué problemas presenta la inducción?

a) Mayor riesgo para el feto

La excesiva intensidad de las contracciones puede afectar a la circulación útero placentaria. Es obligado, por tanto, controlar la vitalidad del feto mediante la monitorización.

b) Mayor dolor de parto

En el parto natural, la parte inferior del útero y el cuello uterino (figura 4) son fuertemente distendidos por dos fuerzas antagónicas: la fuerza procedente de la contracción uterina (FC), hacia arriba, y la fuerza que el descenso del fondo uterino (FD) transmite a la cabeza del feto (FF), hacia abajo. Y, el estiramiento de esta estructura (coloreada), rica en fibras nerviosas, es la causa del dolor del parto.

4_Induccin._Dolor_1_copiar

Fig. 4

En el parto inducido (figura 5), la fuerza (más intensa) de la contracción (FC) transmitida a la cabeza del feto (FF) choca con la fuerte de resistencia de un cuello demasiado rígido. La diferencia entre ambas fuerzas es mayor. Consecuentemente, el estiramiento (zona coloreada) es también mayor y producido de un modo más brusco. Todo lo cual origina una mayor sensación dolorosa.

5_Induccin._Dolor_b_copiar

Fig. 5

Es un hecho incuestionable la mayor intensidad del dolor del parto inducido. Cualquier mujer que haya pasado por una inducción lo puede atestiguar. Aquí, sólo se explica la biomecánica del proceso.

c) Mayor número de epidurales

La mayor intensidad del dolor obliga a aplicar la epidural con más frecuencia y en una fase más precoz del parto, con los inconvenientes que este hecho conlleva.

d) Postura horizontal

La monitorización y la epidural se suelen realizar con la parturienta en postura horizontal, que enlentece la evolución del parto. Se produce un hecho paradójico: la inducción, encaminada a iniciar y acelerar el parto, se realiza a través de una postura que lleva a todo lo contrario.

La efectividad de las inducciones aumentaría si la parturienta adoptara una postura vertical y deambulando. Ver la monitorización y la epidural.

e) Frecuentes cesáreas

Los frecuentes fallos de las inducciones incrementan el número de cesáreas.

¿Son necesarias las inducciones?

A pesar de los inconvenientes señalados, existen problemas obstétricos en los que las inducciones son absolutamente necesarias.

¿Por qué se realiza una inducción?

Las inducciones obedecen a dos clases de causas:

a) Obstétricas. A criterio del propio tocólogo.

b) Sin causa obstétrica. Inducciones de conveniencia: de la parturienta, del tocólogo o de ambos.

El tocólogo debe asesorar e informar previamente. La mujer debe saber a qué se expone y el pronóstico (según la característica del cuello uterino) del éxito de la inducción.

El presente artículo está encaminado a proporcionarle a la embarazada una exhaustiva información.

Reflexiones finales

Siempre ha existido –y continuará existiendo– el eterno debate entre las tendencias naturalistas y las intervencionista en el parto. Ver El naturalismo y el intervencionismo en el parto y La naturalidad del parto.

En épocas pasadas –no muy lejanas–, la estrella del intervencionismo obstétrico era el fórceps. Hoy, la gran estrella es la inducción.

La embarazada –y su entorno– vive la espera del parto con incertidumbre, expectación, ansiedad…. Está deseosa de su comienzo.

Y, para el tocólogo, la espera del parto supone una dificultad añadida a su dura profesión. Lo ideal para el tocólogo sería que todos los partos se produjeran en horarios laborales.

La inducción ha terminado con la fastidiosa espera. La inducción –encaminada, en un principio, a resolver problemas obstétricos– se ha convertido en la actualidad en un instrumento de programación del parto "a conveniencia".

Pero, no se debe olvidar que el comienzo natural –lento, suave, armónico,…– es el mejor. Y, el inducido debe dejarse sólo para los casos necesarios.

Tanto la embarazada (y su entorno) como el profesional deben tener presente una máxima de la asistencia al parto: saber esperar.

 

 

l) La inducción del parto. Ver más

1. ¿Qué es?- Es la puesta en marcha del parto por procedimientos obstétricos.

2. ¿Qué problemas presenta?- Las inducciones presentan los siguientes inconvenientes:

- Un porcentaje de fallos que terminan en cesáreas.

- Mayor riesgo para el feto. Es necesaria la vigilancia del feto mediante la monitorización.

- Las contracciones son más dolorosas.

- La mayor intensidad del dolor obliga a aplicar la epidural con más frecuencia y en una fase más precoz del parto.

3. ¿Por qué se realizan las inducciones?- Las inducciones obedecen a dos clases de motivos:

a) Motivos médicos: Cuando la continuación del embarazo entraña un riesgo para la madre o el feto.

b) Motivos no médicos. Son inducciones de conveniencia que obedecen a intereses de la propia embarazada o del tocólogo.

4. ¿Es necesaria una información?- La inducción debe ir precedida de una amplia información. Y, con mayor motivo, si se trata de una inducción de conveniencia.

La inducción del parto

José F. Fernández Godoy

La inducción es la provocación, mediante procedimientos médicos, del parto. Se trata de una práctica obstétrica en la actualidad muy extendida.

El objetivo del presente artículo es analizar el tema desde un punto de vista biomecánico y social.

¿Cómo se inicia el parto?

En los capítulos el útero y la dilatación ha quedado expuesto de un modo sencillo el mecanismo fisiológico del inicio del parto. Aquí interesa insistir en algunos conceptos.

Durante el embarazo, el cuerpo uterino (elástico) se distiende, adaptándose al crecimiento del feto. Y, el cuello (rígido) constituye un potente mecanismo de cierre que impide la salida del feto (figura 1).

1_Induccin_a_copiar

Fig. 1

En el inicio del parto se invierten los papeles: el cuerpo uterino, ante el cese del crecimiento del feto, deja de estirarse y es el cuello el que comienza a distenderse y a abrirse (figura 2).

 2_Induccin_2_copiar

Fig. 2

La actividad contráctil uterina  –que ha existido, en baja intensidad, durante todo el embarazo– se incrementa en los prolegómenos y en el comienzo del parto. Y la sólida estructura del cuello se va poco a poco debilitando. Y todo, bajo el influjo hormonal.

Es importante significar que entre estos dos procesos (la actividad contráctil y la distensión del cuello) existe una profunda y armónica interrelación, presidida por el reflejo de Ferguson. Y, además, que ambos procesos son de instauración suave, lenta.

¿En qué consiste la inducción?

En tratar de imitar, artificialmente, el mecanismo natural. Por un lado, en activar mediante fármacos la actividad contráctil uterina y, por otro lado, en debilitar (ablandar) el cuello también mediante fármacos o a través de maniobras mecánicas.

¿Qué diferencia existe entre el comienzo inducido y el comienzo natural?

El comienzo inducido es brusco. Sin la armonía y sin la interrelación del comienzo natural.

En la inducción se produce un desajuste entre la intensidad de la contracción y el ablandamiento del cuello. Y, se producen contracciones intensas que chocan contra el muro de un cuello demasiado rígido (figura 3).

3_Induccin_1_copiar

  

Fig. 3

 

¿Qué problemas presenta la inducción?

 

Acceso usuario

Anunciantes

¿Quién está en línea?

Hay 74 invitados y ningún miembro en línea