ECOGRAFÍA

La ecografía es un medio de exploración obstétrica que ha alcanzado en los últimos años una gran relevancia en el plano médico y social.

Debido a la amplia información de la que hoy se dispone sobre esta técnica obstétrica, yo, desde aquí, sólo pretendo aclarar algunas cuestiones

I. Niveles de las exploraciones ecográficas

En función de las características del aparato (ecógrafo) y del grado de especialización del profesional que lo maneja, se han establecido distintos niveles de exploraciones ecográficas, que, con el fin de simplificar, se pueden englobar en dos: el nivel "medio" y el nivel "superior".

a) Nivel "medio"

Es la exploración ecográfica realizada, de un modo rutinario, por el tocólogo, con un ecógrafo “estándar”, en la vigilancia habitual del embarazo.

b) Nivel "superior"

Es la exploración ecográfica realizada por un profesional especializado en ecografía con un ecógrafo de altas prestaciones.

II. Vías de exploración

Existen dos vías:

a) La abdominal.- La exploración se realiza a través del abdomen.

b) La vaginal.- La exploración se analiza a través de la vagina.

III. Número de ecografías en el embarazo

Se habla muy a la ligera del número de ecografías necesarias en el embarazo, existiendo una gran confusión al respecto. Por tal motivo, es necesaria aclarar las cuestiones siguientes:

1ª. La ecografía es un excelente medio -imprescindible hoy en día- en la vigilancia del embarazo.

2ª. Es un medio inocuo.

3ª. De las anteriores cuestiones se deduce que mientras mayor sea el número y más alto el nivel de las exploraciones ecográficas mejor será la vigilancia del embarazo.

4ª. El empleo de esta técnica está sujeto a factores económicos que son, en definitiva, los que determinan el número de exploraciones ecográficas.

a) Número de ecografías de nivel “medio”

Aquí, en España, la ecografía de nivel medio es una exploración habitual del tocólogo. Así pues, en cada visita obstétrica se realiza una ecografía.

b) Número de ecografías de nivel “superior”

La exploración ecográfica de nivel superior, de un alto costo, es reservada a los embarazos de alto riesgo.

En los embarazos normales se suele programar una ecografía de nivel “superior” a las 20 semanas.

IV. Dimensión humana de la ecografía

La ecografía presenta una dimensión humana que es conveniente tener en cuenta.

a) Repercusión en la percepción del hijo.

Antes de la era de la ecografía la embarazada sólo se relacionaba con su hijo a través de la percepción de los movimientos.

La ecografía abrió una cortina al sentido de la vista para que la embarazada (y su pareja) pudiera contemplar la imagen del feto y, de esta manera, potenciar las relaciones afectivas madre (padre)-hijo.

b) Repercusión en el diagnóstico del sexo

La sociedad ha tenido, desde los tiempos más remotos, un especial interés por averiguar el sexo del ser que la embarazada lleva en su vientre.

La historia de la medicina, dentro de su parcela mágica, está llena de signos y medios para averiguar el sexo del feto:

· En el Egipto Faraónico quedaron grabadas en papiros informaciones sobre el diagnóstico del sexo. Así, en el papiro de Berlín (1300 años a. C.) se recoge que si se mezclaba la orina con la cebada y esta crecía más de prisa, se trataba de un feto niña y si se mezclaba con trigo y este era el que crecía más de prisa, el feto era niño...

· Laurent Joubert (1529 -1583), tocoginecólogo francés, estaba convencido de que si la gestante tenía el vientre puntiagudo alumbraría un niño y si el vientre era redondo daría a luz una niña. Es curioso que las ideas de Laurent Joubert hayan perdurado hasta nuestros días.

La ecografía ha terminado con estos mitos y ha supuesto un avance que, junto a los beneficios técnicos, aporta en el plano humano el diagnóstico del sexo, que los tocólogos debemos saber valorar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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