Atención focalizada o selectiva

Tras el despertar vamos seleccionando las parcelas informativas que nos van siendo útiles y focalizamos sobre ellas la atención.

El principal protagonista de la atención focalizada es el lóbulo frontal del cerebro, asiento anatómico de la inteligencia y la personalidad (figura 2).

2 Lobulo frontal

Fig. 2

El lóbulo frontal es el encargado de interpretar, procesar, y guardar en la memoria la información llegada a través de la atención focalizada.

La atención focalizada o selectiva (figura 3) es como la luz de una linterna que, manejada por el lóbulo frontal, va “alumbrando” los campos informativos que interesan a sus planes.

 3 Selectiva

Fig. 3 

Activación e inhibición

La atención focalizada supone, por un lado, “iluminar” (activar) el área informativa que interesa y, por otro lado, “eclipsar”, “oscurecer” (desactivar) las demás informaciones que llegan a la mente a través de la atención generalizada.

La atención focalizada supone, pues, un doble juego de activación e inhibición de gran sutileza (sujeto a múltiples factores que serán analizados).

Atender a varias áreas informativas a la vez

Las actividades que, por estar afianzadas en la memoria, se realizan de modo automático (andar, comer, conducir,…) requieren escaso nivel de atención. Y, consecuentemente, la atención puede abarcar también otras áreas informativas (mientras el individuo anda, come, conduce,… puede a la vez escuchar la radio o una conversación).

Centrar la atención

 

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