Mesa de parto

José F. Fernández Godoy

En los capítulos la postura en la expulsión y la técnica de la expulsión se estudia el modo de que el parto se desarrolle de la mejor manera posible. Pero, en la postura y en la técnica, juega un papel importante, en el parto hospitalario, la mesa de parto.

Postura, técnica y mesa de parto son, pues, conceptos profundamente enraizados entre sí. Y, su estudio por separado en la presente web obedece exclusivamente a razones didácticas.

Antecedentes

Desde los tiempos más remotos se han venido utilizando un sinfín de artilugios para poner en práctica las diversas posturas de la parturienta. Y, en los momentos en que vivimos, todo continúa igual.

Desde mis primeros años de tocólogo en el Hospital Maternal Virgen del Rocío de Sevilla me ha preocupado profundamente el tema de la mesa de parto. A lo largo de mi vida profesional en el mencionado hospital he visto desfilar infinidad de mesas de parto, todas elegidas por los administradores. Mesas repletas de defectos.

El primer defecto que llamaba mi atención es que la media caña de las perneras era muy plana y las piernas se salían de ellas fácilmente, lo que obligaba a la utilización de elementos de sujeción (correas o cintas).

También era centro de mi atención el hecho de que, habitualmente, se produjera en el parto un deslizamiento no deseado de la parturienta sobre el borde anterior de la mesa: la parturienta quedaba con la región glútea fuera de la mesa, en una molesta postura. Ver video mesa de parto clásica.

Y, sobre estos inconvenientes, uno fundamental: las ubicaciones inadecuadas de los agarres de las manos y de los apoyo de las piernas dificultaban seriamente la acción de empujar.

Me perdería en la descripción de la infinidad de camas, mesas, sillones y accesorios para poner en práctica el parto en todas las posturas imaginables. Por tal motivo, me limitó a esquematizar sobre las características de las más relevantes:

1. Mesa de parto clásica (fig. 1)

 1Mesa

Fig. 1

a) Características:

- El respaldo está en una posición semi-horizontal, pues, si se sitúa en una posición más vertical, la parturienta corre el riesgo de deslizarse hacia delante (flecha), quedando con la región perineal fuera de la mesa, en una molesta postura.

- Las medias cañas de las perneras son muy planas y, para evitar que la pierna se salga de ella, es necesario la sujeción con correas o cintas.

- Los agarres de las manos están en un lugar inadecuado y, cuando la parturienta tira de ellos en el acto de empujar, se incrementa la tendencia al deslizamiento hacia delante (flecha).  

b) Inconvenientes:

- Sobre la biomecánica del parto: los derivados de la postura horizontal.

- Sobre el bienestar de la mujer: es muy negativo para ella, desde el punto de vista físico y psicológico, sentirse con las piernas sujetas a las perneras (fig. 2), con la región perineal y glútea fuera del borde anterior de la mesa y con el muslo presionado por la pernera (flecha).

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Fig. 2

2. Cama transformable en mesa de parto

 

 

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