POLÉMICA SOBRE LA EPISIOTOMÍA

José F. Fernández Godoy

La organización mundial de la salud (OMS) y los sectores sociales defensores de la naturalidad del parto denuncian la gran proliferación de las episiotomías e invitan a la disminución drástica de su práctica.

La polémica suscitada está planteada en un terreno demasiado simplista. Conviene, pues, profundizar en el tema.

Con la base de los argumentos sólidos vertido en el estudio biomecánico y antropológico del periné, expuestos en otros lugares, pretendo en este realizar algunas consideraciones que den luz al debate.

La raíz del problema

El periné es una estructura peculiar de la especie humana con dos consecuencias en el parto: a) su desgarro y b) el enlentecimiento de la salida del feto.

En etapas precedentes a la hospitalización del parto, los desgarros de la vulva y el periné no se suturaban, cicatrizando sin cerrarse la herida. Y, el parto dejaba frecuentemente la secuela de una vulva abierta y deformada.

Con la llegada del parto hospitalario se estableció:

a) La protección manual del periné en el parto, reduciéndose el número y la amplitud de los desgarros.

b) La sutura y la reconstrucción sistemática de la vulva y el periné tras el parto, dejando la vulva con su tamaño y forma primitiva.

Frente a estas significativas ventajas, el parto hospitalario trajo un severo inconveniente: la postura horizontal de la parturienta en la mesa de parto y la aplicación habitual de la epidural originaban una disminución (o abolición) de la fuerza de la prensa abdominal. Y, consecuentemente, un enlentecimiento (o estancamiento) de la salida del feto.

El problema se resolvió ampliando el canal del parto mediante una incisión en la parte posterior de la vulva y anterior del periné: episiotomía.

La episiotomía nació, pues, con dos objetivos:

1 Solucionar un problema de enlentecimiento de salida del feto que el propio sistema asistencial originaba.

2 Evitar el irregular e incontrolado desgarro, sustituyéndolo por una incisión recta, controlada, y de más fácil reconstrucción.

Si, a estos objetivos, unimos las condiciones idóneas que brindaba el medio hospitalario (ambiente quirúrgico, parturienta anestesiada, tendida en una mesa de parto,…) para realizar la episiotomía, llegamos al origen de la polémica:

La gran proliferación de episiotomías en los hospitales maternales de todo el mundo.

Y, una vez desentrañada la raíz del problema, vayamos a las

Consideraciones

1ª El periné es un obstáculo peculiar del parto humano que los profesionales estamos obligados a salvar de la mejor manera posible (en beneficio del hijo y de la madre).

2ª Actualmente se ha disparado el número de episiotomía. Y, desde la obstetricia, es necesario que se emprendan medidas para disminuirlo.

3ª Las medidas deben centrarse en la modificación del sistema asistencial que, como se ha analizado, constituye la raíz del problema.

4ª El sistema asistencial que facilite el desarrollo de la fuerza de la prensa abdominal (que permita empujar) llevará consigo (por sí solo) la disminución del número de episiotomías.

5ª En la presente web han sido estudiados ampliamente estos sistemas. Ver postura de la parturienta, postura ideal, técnica de la expulsión,…

6ª Junto a la reducción del número es necesaria también mejorar la técnica, con el fin de que la episiotomía sea lo menos lesiva posible.

7ª Se debe abandonar la práctica rutinaria (actualmente muy extendida) de la episiotomía media-lateral, inclinándose (cuando las condiciones del parto lo permitan) por la episiotomía media, de más fácil cicatrización y menos molesta.

8ª Interesa, finalmente, dejar constancia que el parto hospitalario trajo consigo la revisión y la reparación sistemática del conducto de salida del feto. Y, consecuentemente, terminó con el reguero de vulvas abiertas que dejaban tras de sí los partos de etapas anteriores.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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