Postura en cuclillas

Es la postura más favorecedora de la biomecánica del parto y la más natural. Debe, pues, constituir un referente en cualquier estudio de la postura de la parturienta.

1. Fuerzas intervinientes (figura 4).

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Fig. 4

a) Fuerza FE: al flexionar el tronco hacia adelante para mantener el equilibrio se origina una fuerza (FE) que desplaza la parte superior del feto (y del útero) hacia adelante. Se origina, pues, una rotación del feto.

b) Fuerza PC: el peso corporal, transmitido a través de la columna al sacro, origina un descenso de este.

c) Fuerza FR: es la fuerza de reacción. El peso corporal, transmitido a través de la pierna al plano de apoyo (PA), desencadena la fuerza de reacción FR (Tercera ley de Newton) igual y en sentido contrario, es decir, desde el plano de apoyo a la articulación de la rodilla (R).

d) La fuerza de reacción incide sobre el extremo anterior del fémur, que, actuando de brazo de palanca, genera una rotación de la pelvis, desplazándose el pubis (FP) hacia arriba.

Interesa destacar que todas las fuerzas analizadas provienen directamente de la fuerza de la gravitación terrestre. Lo cual le da un cariz de naturalidad a esta postura.

2. Efectos sobre la biomecánica del parto (figura 5).

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Fig. 5

a) Las rotaciones en sentido contrario de los ejes del feto (E.F.) y del canal del parto (E.C.) trae como consecuencia una disminución de la divergencia entre dichos ejes.

b) Desaparece la curvatura lumbar: el canal del parto se hace más recto y el promontorio interfiere menos.

c) El pubis, al desplazarse hacia arriba, deja de ser el gran obstáculo a la salida del feto.

3. Comentario

En función de los argumentos expuestos, la de agachada es la postura más favorable a la biomecánica de la expulsión, ya que, por un lado, es la que mejor facilita la fuerza de empuje (Prensa Abdominal) y, por otro, es la que más disminuye la fuerza de resistencia del canal del parto al paso del feto.

Entre el cúmulo de inconvenientes que la bipedestación originó en el parto humano se encuentra esta ventaja: la posibilidad de poder plegar el cuerpo y crear, a favor de la acción de la gravedad, una poderosa fuerza de expulsión.

Fue la postura más extendida en el parto natural de los pueblos primitivos; pero, como contrapartida, siempre se enfrentó a la característica fundamental del parto de la especie humana: la necesidad de ayuda.

Y así, para poner en práctica dicha ayuda, se fue pasando a la postura horizontal que abocó, en los tiempos actuales, al parto con la parturienta tendida en una mesa de parto con perneras para sostener las piernas.

Postura horizontal

 

 

 

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