LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA EN LA EMBARAZADA
Introducción
La circulación sanguínea es, ante todo, un movimiento, sujeto, como todo movimiento, a las leyes de la física.
El objeto de este capítulo es analizar, de un modo sencillo, la repercusión física del embarazo sobre la circulación sanguínea.
A. Conceptos previos
1. La sangre
La sangre se compone del plasma, parte líquida, y de elementos formes, entre los que, con el fin de simplificar, sólo tengo en cuenta los glóbulos rojos o hematíes.
La misión de la sangre es transportar a los tejidos oxígeno y elementos nutritivos y extraer de los mismos material de desecho.
2. Los vasos sanguíneos
Los vasos sanguíneos constituyen los conductos por los que circula la sangre. Se clasifican en:
a) Arterias. Transporta la sangre del corazón a los tejidos.
b) Venas. Transporta la sangre, en sentido inverso a las arterias, desde los tejidos al corazón.
Arterias y venas se ramifican en arteriolas y vénulas, y se enlazan entre sí a través de la red capilar (figura 1).
Fig. 1
Las paredes de las ramificaciones capilares son permeables, con objeto de permitir el intercambio:
a) De oxígeno y elementos nutritivos (ON) hacia los tejidos (zona arterial)
b) Del material de desecho (MD) desde los tejidos hacia la sangre (zona venosa)
B. Consideraciones físicas
1ª En la parte del cuerpo inferior al corazón la sangre circula hacia arriba, es decir, en contra de la fuerza de la gravedad.
2ª En el embarazo se produce un aumento de la parte líquida de la sangre (plasma) y, consecuentemente, la proporción de glóbulos rojos por centímetro cúbico de líquido disminuye.
3ª En el embarazo se origina una compresión del útero sobre la vena cava inferior.
La vena cava inferior (figura 2) recoge la sangre que sube de la parte inferior del cuerpo hacia el corazón.
Fig. 2
4ª La comprensión de la vena cava inferior genera una disminución de su sección (figura 3). Y, por muy pequeña que sea esta disminución, afecta en gran proporción (ley de Poiseuille) a la circulación sanguínea de la parte inferior del cuerpo.
Fig. 3