SUELO DE LA PELVIS
Estudio biomecánico y antropológico
José F. Fernández Godoy
Sucinta descripción anatómica de la pelvis
La forma de la pelvis es tronco-cónica o de embudo, con la parte más amplia en el extremo interior (figura 1: pelvis humana vista de frente).
Fig. 1
Está constituida por cuatro huesos: El sacro (S), los dos coxales o ilíacos (IL) y el cóccix (C) y los iliacos se dividen a su vez en tres partes: ala ilíaca (ai), pubis (p) e isquion (i). Los coxales se unen por delante a través de un cartílago: sínfisis del pubis (s p).
La pelvis está conectada, por un lado, a la columna vertebral a través del sacro (hueso común de ambas) y, por otro, a los dos fémures por potentes articulaciones (a).
Interesa destacar el conducto pélvico (CP), camino de salida de orina, heces y feto (en el parto). El conducto pélvico constituye, pues, el canal óseo o duro del parto.
El cierre de la pelvis
El conducto pélvico, comunicación del abdomen con el exterior, está cerrado por una estructura (más adelante se describirá) con la doble y contrapuesta misión de, por un lado, evitar la salida de las vísceras abdominales y, por otro, permitir el paso de las heces, la orina y el feto en el parto.